martes, 24 de abril de 2012

Sobreviví al Popo

Curva cerrada, las llantas rechinan en la oscuridad del bosque durante la madrugada, mientras el cielo se pinta de un resplandor carmesí provocado por el fuego que escupe el horizonte. ¡Ay güey! “Ya valió madre cabrón, nos vamos a morir, va a explotar esta chingadera”, le digo a mi copiloto mientras en la carretera dejo en claro que he visto Rápido y furioso 3: reto Tokio unas 17 veces.

“Vamos a regresarnos ya, esto está ñero. ¡Ya me dio miedo!”, responde él mientras alista el lente de su cámara fotográfica con las manos temblorosas y un gesto en su cara que denota que está usando los pelos de la cola como velcro para permanecer en su asiento y no huir corriendo antes de ver recreada una escena de la película El pico de Dante frente a sus ojos.

Con el amanecer asomándose detrás de la cordillera, emerge ante nosotros la sombra del coloso, monumental, furioso, estoico, masculino, a juzgar por el eructo continuo que sale de su garganta, acompañado de la fumarola más grande que cualquier mariguano pudiera remotamente imaginar en sus sueños más watosos.

Los elementos de Protección Civil mexiquense y agentes de la Policía Estatal ahora sí nos impidieron en paso, pues cualquier movimiento en falso podría ocasionar que nuestros ya de por sí zurrados calzones por la emoción quedaran manchados con lava incandescente, misma que no es eyaculada más allá de unos cuantos metros por el tal Don Goyo, que nuevamente demuestra que es muy puto como para sepultarnos con su furia.  

¡Uts!



miércoles, 18 de abril de 2012

El mundo ya se acabó

Los recientes temblores que han sacudido al centro del país (no los de mis testículos), la fuerte actividad que el volcán Popocatépetl ha tenido en las últimas horas, las erupciones solares que colapsan las telecomunicaciones, el constante y radical cambio de climas, además del inexplicable hecho de que Gabriel Cuadri haya subido en las encuestas electorales rumbo a la Presidencia de la República, son señales inequívocas de que el mundo, tal como lo predijeron los mayas, se va a acabar en diciembre de este mismo año.

Ayer, el Gobierno del Distrito Federal dio a conocer que durante los días que estuvieron instaladas las playas artificiales en la ciudad se repartieron 100 mil condones, 32 mil pulseras con mensajes sobre prevención en materia de salud y 57 mil muestras de bloqueador solar. Y yo me pregunto ¿para qué? ¿Para qué si dentro de unos meses se va a ir todo al demonio?

Hay que meternos unas rayas de coca por la cola, hacerlo sin preservativo con las golfas de Tlalpan (sobre todo con los que antes eran hombres), votar por Andrés Manuel López Obrador, meter a los niños a una escuela fundada por Marcial Maciel y subirse al metro con una cadenota de oro en el cuello, al fin que al mentado Don Goyo se le va a ocurrir mañana hacer de este congal, al que inocentemente llamamos hogar, una sucursal de la Pompeya romana.

¡Chá!

martes, 17 de abril de 2012

Una pasión darketa

Si no fuera porque tenía la mitad de la cabeza rapada, un piercing en la nariz con una cadena que se conectaba con otro igual pero en la oreja, además de ojos con pupilentes blancos y un punto negro, sin mencionar el tatuaje en el cuello y el novio de dos y medio metros con implantes en los colmillos y unas botas que podrían abrirme un segundo ano de una patada en las nalgas, a la morra que me encontré antier en la Condesa sí le andaba yo poniendo casa.

Delgadita, caderona, bustona, de finos rasgos faciales, estatura indefinida a causa de unos tacones de prostituta sadomasoquista y una sonrisa que hasta podría levantar la campaña de Josefina Vázquez Mota, la chica era parte de una invasión de chicos darkis en la Condesa, en donde se presentaba el grupo punk Misfits… ¡Aiwey!

Luego de rolar un rato alrededor suyo como buitre, pude entablar una conversación con ella, ayudado de una playera de 50 varos que compré afuera del toquín, cuyo olor a vómito de tres días venía incluido en el precio.

Resultó que la darketita era más noble que un gas de los que aparecen en la primera columna de la tabla periódica o que un pedo con una dieta a base de puras frutas y que la apariencia es una forma de expresar el enojo que no puede externar de otras formas, lo cual sólo indica que las inadaptadas son la salida perfecta para cuando nadie más afloja.

¡Uts!

Los Misfits

jueves, 12 de abril de 2012

La pura alta costura

Un par de hombros desnudos y estilizados emergen en lo alto de una escalinata de metal en el patio del Museo de la Ciudad de México, coronando un esbelto cuerpo forrado de una tela que, por más pastelozo que luzca el color de ésta, dista mucho de causar repulsión entre quienes aplauden al ver salir una tras otra a cientos de jóvenes mujeres presumiendo que ya son mujeres.

A diferencia de años pasados, las quinceañeras patrocinadas por el Gobierno del DF lucen atractivas, con forma humana y un estilo que hace olvidar que los vestidos que están portando fueron diseñados en el mercado de la Lagunilla, en donde también aumentó el nivel de buen gusto, pues hasta a la típica darketa o a la que tiene complejo de prostituta la hacen ver bien, bonita y decente.

Quizás el dignificar la tradición de la fiesta de XV años sea el logro más representativo de la administración de Marcelo Ebrard, por encima incluso del Metro, el Metrobús o sus innumerables obras viales, o puede ser el hecho de que para la última edición de esa tradición vomitiva adolescente en el sexenio se negaron a aceptar gordas.

Faltará ver si no hacen el oso arriba de un Turibús o si no les llueve en plena ceremonia, como les ha pasado en años pasados, aunque todavía tienen que mejorar a los chambelanes, que aún parecen sacados de una coladera de debajo de la fuente de Salto del Agua.

¡Chá!



martes, 10 de abril de 2012

Caíte con el varo

Si tuviera que hacerlo, podría cubrir una ventana con puras calcomanías de la Cruz Roja Mexicana, de esas que regalan cada vez que una moneda toca el fondo de las miles de alcancías que hay repartidas por todo el país, como parte de la colecta anual que realiza la institución para financiar sus actividades y ayudar a gente que es atropellada, herida en asaltos o mordida por perros en los tiraderos del Bordo de Neza.

No es porque yo sea muy dadivoso o tenga el resto de varo como para andar regalando monedas a desconocidos, ¡para nada!, es sólo que el nivel de los voluntarios de este año aumentó muchísimo y eso seguramente ha hecho que las contribuciones a esa noble causa aumenten considerablemente.

Supongo que la falta de entusiasmo de la población en ediciones pasadas de la colecta obligó a implementar medidas para garantizar la supervivencia del organismo y por eso ahora ya les realizan casting a quienes tienen la encomienda de pararse en un lugar concurrido para incentivar la generosidad, porque muchos de ellos hasta parecen seres humanos.

¡Es más!, hay una que se coloca estratégicamente a la entrada del Metro Zapata a la que, en una de esas, sí le andaba poniendo casa, sobre todo si me sigue sonriendo y tocándome el pecho para colocar el pequeño adhesivo cada vez que coopero.

¡Uts!

lunes, 2 de abril de 2012

Un Botero falso

Mis manos recorrieron con soltura esa amplia superficie de textura casi erótica. Las formas de su redondez cautivaron mis sentidos con ese volumen de masa generosa, al punto de entender la fascinación que tiene todo el mundo hacia las obras del colombiano Fernando Botero, el artista de la brocha gorda.

De repente, ¡madres! Una mano extendida se impactó con furia y violencia sobre mi mejilla derecha, provocando un sangrado inmediato en mis encías y una de mis fosas nasales, cuyo chorro salpicó la losa de mármol del Palacio de Bellas Artes, ante la mirada atónita de cientos de personas que me vieron desplomarme entre convulsiones por el madrazo que acababa de recibir.

Con gritos que estremecieron los edificios de alrededor, de hijodelachingada, aprovechado, malnacido y cachondo no me bajó la propietaria de esa mano, mientras yo yacía revolcándome en el suelo del dolor. Dos minutos después y aún al borde del derrame cerebral, pude identificar a mi agresora, cuya silueta indicaba que por lo menos dos gansitos, tres sopes de chicharrón y dos platos de chilaquiles con huevo y bolillo se jambaba todas las mañanas.

¿Y yo qué culpa tengo de que las pinches obesas se parezcan tanto a una escultura de Botero? ¡Me confundí! ¿Quién las manda a estar tan marranas y pararse en la exposición?

¡Chá!

Molotov