viernes, 29 de mayo de 2009

Estreno mundial

Del creador de joyas del doblaje como "Se encabronó el vato", "El Miguel y su vieja" y "He Man gay", llega la nueva producción "La güera de las garnachas".

Es una pendejada, pero me recuerda las noches de cierre de edición en la redacción.

¡Saludos a la banda y que lo disfruten!





..ok ok, soy un pendejo

miércoles, 27 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 7

A casi dos semanas de haber contraído esta madre... se puede decir que ya estoy bien, aún tengo un chingo de costras y manchas y granos, pero de todo lo demás no hay ningún pedo.

martes, 26 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 6

Cuando uno está confinado en un lugar, encerrado entre los muros de su propia casa, arraigado en la comodidad del hogar, la forma más obvia de pasar el tiempo es ver la tele y haciéndolo se pueden descubrir varias cosas, por ejemplo, yo no sabía que todavía pasaban a los putufos en las mañanas por el cinco, o que Chabelo seguía vivo y que quien hace la voz de Gokú en Dragon Ball es Bruce Willis, Jim Carrey y Don Ramón en el Chavo Animado.

Pero lo más notable en la programación televisiva es el dominio que tienen los anuncios comerciales dedicados al creciente mercado de la telefonía celular. Dado que todo el mundo, hasta los más fregados ya cuentan con un aparato de comunicación móvil, en la tele te venden desde juegos, videos, fotos de nalgas y hasta servicios informativos vía mensaje de texto, en los cuales por una módica cantidad, a diario te llegan resultados deportivos, chismes, horóscopos, entre otros. Todos ellos con algún cierto grado de utilidad.

Sin embargo, uno de cada tres comerciales que se cuelan entre la programación diaria trata de un video descargable en el cual un oso de color verde baila al ritmo disco en calzones y enseñando las nalgas… ¡uno de cada tres! Invito a hacer la cuenta, yo ya la hice, con datos graficados, frecuencias, intervalos, vectores y todo el pedo, por eso lo digo. En fin, el llamado “oso gominola” puede bailar en tu celular por la cantidad de 15 varos. Aquí el susodicho:


Esta madre es sin duda la cosa más inútil y naca que se pueda traer en un celular, porque al calor del desmadre uno puede sacar el teléfono y decirle al de al lado “ira güey, pinches nalgotas de esta vieja” o “carnal, oi’ qué tono tan chingón me pasaron”… pero de eso a “checa mi osito, te mueve las nalgas”… pus’ como que no ¿verdá?... ¿a qué clase de subnormal se le ocurre?

Chá… lo que es no tener nada qué hacer.

sábado, 23 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 5

En estos días de encierro he andado de un pinche creativo que ¡nomames! L’otro día viendo la tele se me salió la frase “’pta, esa morra está durangueable” ¡está durangueable! … hasta yo me sorprendí al repetirla en mi cabeza.

Lo que pasa es que un genio de la linguología y un teórico de la semancia como yo… sí, “linguología” y “semancia”, no confundir con lingüística y semántica, esas son otras mamadas, a mí Saussure, Peirce y Lévi-Strauss me la pellizcan… en fin, la ruptura epistemológica está en que a partir del vasto dominio que tengo del lenguaje y sus variantes, aunado con dos horas diarias de Bob Esponja, la novela de Danna Paola, el programa del Coque Muñiz, las revistas del canal cuatro y los capítulos de Ranma ½ en You Tube , se adquieren nuevas cognoscencias muy perronas que permiten crear términos vanguárdicos que hacen del español algo vivo y en constante transformación… íralo.

El punto es que al chile la televisión mexicana está muy cabrona; te levantas y, o ves a Loret de Mola o chingas a tu madre, porque los demás noticiarios están de la reata, por otro lado, incluso en los canales de paga, sólo hay infomerciales. Por ahí de las 10 de la mañana la cosa se pone pior’; seis horas de revistas para ñoras, entre Hoy, las nalgas de Galilea, Se Vale, De Poca y las nalgas de unas desconocidas.

A media tarde empieza la marihuanés total con dos horas seguidas de Bob Esponja… y luego por qué los niños se meten cosas… de ahí a una película de perros que practican deportes, ¡güey! es todo un género cinematográfico; Buddy el perro superestrella es Ronaldo, Jordan, Barry Bonds y Tom Brady al mismo tiempo, además de él hay como 50 animales que hacen lo mismo.

De lo que sí estoy sorprendido es de cuánto programa de Disney y Nickelodeon alienta la pederastía; en todas sus series cómicas de niños y adolescentes hay por lo menos una chavita que se te antoja o sabes que se te va a antojar en unos años… de ahí mi primer frase: “sí está durangueable”.

Doc: ya deme de alta, no mame

miércoles, 20 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 4

Citando al maestro Charles Bukowski: "Lo que más me gusta es rascarme los sobacos"... porque sólo ahí no tengo granos.

martes, 19 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 3

Como diría el maestro Enrique Guzmán: a-no-che no dormi-i. Y no por llorar, sino por la pinche comezón.

Sentía piquetes en la cabeza, pero no por fuera, llegué a pensar que me habían salido ámpulas en el cerebro. O sea esto de tener varicela a los veintitantos es una mamada porque estás expuesto a morirte de una chingada neumonía, te puede agarrar una infección por las costras, se te van los sentidos, pierdes el equilibrio y te sube la temperatura a lo pendejo.

Dejando eso de lado, yo ya no tengo espacio en la piel para más ronchas, tengo hasta en el nomeniegues, en los huevos, entre los dedos de los pies y unas en la lengua que no me dejan comer nada.

lunes, 18 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 2

domingo, 17 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 1

Aquel día, como muchos otros de ellos, iba con mucha hueva a trabajar, era viernes y había fiesta en la noche… dos de hecho.

Como a eso de las cuatro de la tarde me entraron ganas de una rascadota, en el brazo. Traía una especie de grano con agüita dentro. ¡Ah cabrón! Me dije. Porque tenía más en el otro. Después de tronar unas tres, cuatro de cada extremidad, mi curiosidad y el sentido arácnido me indicó que eso estaba más cabrón.

Después de una breve encuesta entre los compañeros, me entró la pinche duda de que eso podría ser alguna madre onda varicela, sarampión, escarlatina o un herpes mamón… o mamador. Para despejar dudas me revisé en la comodidad del baño y el espejo me dijo que esas madres ya las tenía en todo el cuerpo.

Por si las moscas, la jefa me mandó con el doctor Simi y ahí, la pinche botarga culera confirmó el diagnóstico: varicela-zoster, ese pinche virus maldito me había atacado. Lo peor fue que el culero del médico me dijo que me dio esa madre porque seguramente debo estar deprimido, al momento de oír esas palabras, una mentada de madre pasó por mi mente.

Al regresar a la estación, como si fuera un leproso me mandaron a mi casa. Dos semanas fuera sin pedos y en cuarentena. Eran las seis y como andaba de buen humor, decidí reaparecer en la vida pública y fui a casa de un valedor a empedarme, un six de barrilitos después, me lancé a la condesa para cumplir mi segundo compromiso.

A la mitad de ese vodka con jugo de uva, pinches nauseas, pinches mareos, chinguen a su madre, me largué de ahí. En el camino de regreso sentí que me iba a desmayar al volante, sentía ganas de guacarear y al llegar, literalmente me desmayé.

Al día siguiente, ya había chingado a su madre todo, más infectado no podría estar y por eso ahora estoy en cuarentena… saludos.

sábado, 16 de mayo de 2009

Quiovo!!!

El pez por la boca muere y el escritor por sus letras se condena, y yo como al chile no soy ninguno de los dos, pus’ todavía ‘pior.

Después de un breve retiro en el que se confirmó mi calidad de pendejo consumado y me autodefiní como un “miedoso inútil con tendencias suicidas”, uno de esos flash backs de regadera me traen de nuevo al frente de estas líneas, las cuales, nunca más serán eliminadas por remordimientos idiotas ni sentimientos chaquetos de culpa.

Al final del Episodio III de Star Wars: La venganza de los Sith, cuando el Senado Intergaláctico le concede poderes ilimitados al canciller Palpatine para instaurar el Imperio y combatir a los separatistas, Natalie Portman en su papel de Padmé Amidala, se avienta la frase “Así es como muere la libertad: con un estruendoso aplauso”… ¡Uots!

(¡Puta! Qué pinches referencias… esque he estado viendo mucho The Big Bang Theory)

Lo anterior nomás para señalar que un final es un principio en potencia y que hasta las más prometedoras novelas románticas empiezan a valer madre desde el primer beso (chin ya la cagué).

Y para hacer esta entrada aún más ganadora, unas cuantas noticias, la primera es que estoy en cuarentena, me atacó una enfermedad ojeta y estaré recluido un rato en mi casa sin poder salir porque al parecer es muy contagioso. La segunda es que muy probablemente estas líneas lleguen a imprimirse en papel en una columna de un periódico, tal vez, aunque eso está por verse. Y la tercera y más importante es la que ya dije: estoy de regreso.

Correspondiente al 15 de Mayo

Añorganzas

Uno con la pinche urgencia de entrar al cine después de dos semanas de sólo ver la ‘comedia’ de Lucero en la tele gracias a la gripe de marrano, cagándose del coraje porque el metro viene hasta la madre y haciendo paradas de media hora, con ganas de ver lo que sea; una de Schwarzenegger, Jim Carrey, Will Smith, la sabrosa de Scarlett Johanson, de Chucky el muñeco diabólico o hasta una con los Bichir, y al tarado de la entrada se le ocurre hacerte una encuesta antes de venderte un boleto.

Que si traes tos, que si tomas medicamentos, que si estornudas mocos con sangre, etcétera… el chiste es que en los complejos cinematográficos andan ciscados y no vaya a ser que se les cuele la A/H1N1 en una de sus butacas.

Después del examen sorpresa, te obligan a embarrarte gel antibacterial en las manos y 15 minutos después de tanto trámite sanitario, puedes entrar a ver tu película, la cual ya empezó, y si es una de Lars Von Trier, Sydney Pollack o de Juan Orol, chingó a su madre porque no le vas a entender por más que leas la sinopsis.

En una de esas, la verdad es que vale madre ver cualquier película, el chiste es entrar a la sala, sentarse en la butaca y tragar palomitas o unos nachos con harto queso. Tan es así que me aventé una que se llama Te Amo Brother y me pareció una obra maestra.

O sea, sí está padre, pero el hecho de verla después de un largo periodo de abstinencia condimentada con puros maratones de Pokemon en el Canal 5, hizo que hasta el chiste más menso me pareciera un momento memorable para la cinematografía mundial, y puedo decir que no fui el único ya que los demás espectadores se cagaban de la risa con mi misma soltura.

Se trata de un vato que se va a casar y se da cuenta de que no tiene un mejor amigo para nombrarlo su padrino, entonces se busca uno. Planteamiento interesante, desarrollo medio obvio y baboso, con escenas de guácaras y chistes de flatulencias… o sea, dos dos.

El punto es que ya nos urgían ciertas cosas, por ahí debe haber uno que otro niño que ansiaba ver a esa maestra de todos los días lo dejaba sin recreo o al abusivo que le quitaba su torta.

¡Chá!

jueves, 14 de mayo de 2009

Correspondiente al 7 de Mayo

Los apocalípticos, los integrados y a los que les vale madre

La banda dice que el mundo se va a acabar, yo digo que ya se acabó y nomás estamos esperando a morirnos todos.

Con las calles de la Ciudad de México vacías, sin gente en los cines, sin servicio en los restaurantes o cantinas y sin ningún triste sangüichito qué tragar en el súper siete, qué más da que nos agarre la influenza, un hongo en la cola, que nos caiga un meteorito, nos gobierne Roberto Madrazo o que llegue Godzilla y nos coma.

Con ese hastío acumulado, el sábado por la noche del fin de semana más aguado de la historia de este país, quienes estaban hartos de no hacer nada y de quedar bajo arraigo domiciliario epidemiológico peor que el de la PGR, le cayeron a una bodegucha de la colonia Guerrero, en lo que se puede definir como un “suicidio colectivo”.

Si lo que nos dicen las autoridades es cierto acerca de que saludarse, abrazarse, tocarse y besarse constituye un riesgo de contraer el mugre virus A/H1N1, pues entonces ahí, si alguien estaba enfermo, ya condenó a muerte a toda la pandilla.

Es natural que después de dos semanas de no poder hacer nada, en la primera oportunidad de echar desmadre lo hagan como si no hubiera un mañana, ya que, en cierto modo, quizás en una de esas no había tal.

Ni siquiera se había acabado el primer cartón de chelas y todos ya bailaban al ritmo salsa de “vete yaaaaa” de Danny Daniel (¡Güey! se llama Danny Daniel, como Galy Galeano… ¡uts!), hasta a los más aburridos les valió madre, con lo que fuera, gorditas, feítas, con la que se dejara, el chiste era agarrar carnita de algo.

Una hora después y eso ya era un baile de pueblo, un encerrón de sonideros en un callejón de colonia popular mexiquense o un toquín de norteños allá en un rancho de por Gómez Palacio, Durango… todos contra todos, una horchata y armaron el camión.

Del duranguense y mis pasos de fantasía, hasta una quebradita circense entre dos vatos, los cuales, por extraño que parezca, no eran puñales.

Para cuando me fui, como a eso de las cuatro de la mañana, ya nalgas, chichis, pelos… ¡todo!

…Lástima de uno que trabaja al día siguiente en los medios y vive del apuercalipsis

¡Chá!