martes, 30 de diciembre de 2008

Fin de año, fin del mundo

El día comenzó cuando ella se inclinó a recoger su pluma y me dejó ver su tanga asomándose entre el suéter y aquel pantalón sin-bolsas-redondea-nalgas que me hizo sentir como si me ordeñaran, fue ahí cuando elegí a la nueva receptora de mis calenturas diarias.

Momentos después, en un lugarsete en la Condesa tomando una bebida de vodka muy gay mientras escucho una conversación sobre pezones, en la que los rositas dan leche y los morenos dan chocomilk.

Y lo que ya no entendí, es que uno puede llegar a un lugar asqueroso y naco, pero de eso a repetir… ya está cabrón. Ahí me di cuenta que esa bola de subnormales a la que yo inocentemente llamo amigos son bien pinches ñeros.

Lo único reata de la semana fue Rudo y Cursi, la mejor película de fucho/hermandad/amor/vida que existe en la historia de la humanidad, pero eso sí, con el final sentí como que me la metían (imagino que así se siente porque sí sentí bien feo)

Porque se trata de dos carnales que juegan fucho en un llano por allá perdido en un chingado municipio costeño culerón, de repente llega un buscatalentos y se lleva a a uno a jugar a primera división, pero luego se lleva al otro y triunfan en la liga profesional, pero uno tiene problemas con el juego y el otro quiere ser cantante grupero... jajajajaja


FICHA TECNICA:
Dirigida por: Carlos Cuarón
Con: Gael García Bernal, Diego Luna, Guillermo Francella, Dolores Heredia, Adriana Paz, Jessica Mas
Pais: Mexico
Año: 2008

domingo, 28 de diciembre de 2008

Navidad con La Familia

Qué bonito es pasar la navidad y el año nuevo con la Familia, porque ¿a poco no? está pocamadre llegar a un rancho a las afueras de Morelia, Michoacán, a bordo de una troca negra de superlujo y a parte blindada, con otras tres que te vienen siguiendo; una adelante, dos atrás, en cuyo interior vienen veinte culeros armados hasta las nalgas como medida de prevención porque no sea que te vaya a pasar algo.

Llegas a la pinche finquita de 20 hectáreas, humilde, bonita, sencilla, con un portón de madera tallada de tres metros, que arriba de las bardas tiene a un ojete de cada lado con el fusil amartillado en las manos para cualquier eventualidad que se pueda presentar.

Entras y el estacionamiento está hastasuchingadamadre de Hummers, Explorers, Suburbans, entre otros tantos cochecitos. Todo muy elegante, puro sombrerudo con cara de chingatumadre, bigotones, con su pinche hebillota, la fusca en el cinto, camisas elegantísimas con estampado de caballos sobre seda.

En la mesa lo que se te antoje, que si quieres pollo, pollo, que si quieres tacos, tacos, que si quieres un bistec, bistec, sopa, sopa, y que si el arroz está batido, no hay pedo; le metes un balazo al cocinero y te consigues otro.

Unas pinches nalgonas vestidas de mallitas por doquier, fajos de billetes y armas a donde mires, agarra lo que quieras... es Navidad, época de dar y compartir... coca... o pepsi, chupe y mientras tanto, la Arrolladora amenizando la puta reunioncita culera.

El árbol de navidad retacado de regalos, todos enormes y de oro, abro una caja y hay un putito madreado y atado de pies y manos, como regalo me va a dejar decapitarlo.

Felíz Navidad y próspero año nuevo

lunes, 22 de diciembre de 2008

Pinche post

Ahí les va la reata, pero la reata lingüística, que duele menos y se disfruta más.

Por años la palabra “pinche” ha significado un calificativo despectivo, de algo que no llena las expectativas, o que es de muy mala calidad, ejemplo: “La película estuvo muy pinche” o “Pinche televisión”.

En realidad, la palabra “pinche” significa “ayudante de cocina”, entiéndase “chalán de taquero”, “lavatrastos”,”chichifo de cacerolas”, “nalga de estufa” y un largo etcétera. O sea, el güey que le ayuda al mero chef machín a preparar la comida… ¿Alguien vio Ratatouille? … pus como el vato ese de la ratita, ese es un pinche.

Pero ahora, yo como la nalga mayor de la lengua española que soy, defino la palabra pinche no como un adjetivo, sino como un prefijo.

Entiéndase por prefijo aquel morfema que se pone antes de una palabra para cambiar su significado. Ejemplo: Sub-Marino (abajo del mar); Uni-Celular (de una sola célula); Bi-Polar (culero, que tiene dos polos).

Entonces bien, colocar “pinche” antes de una palabra le cambia el significado para denotar que aquella palabra está todavía más cabrona… es un prefijo encabronante.

Ejemplo: Pinches mamadas; que ya te pasaste de pendejo con tus chingaderas.

Pinche madre: que ya no tiene ni tantita… madre

Pinche loco: Que a pesar de todo eres chido

jueves, 18 de diciembre de 2008

Y que le pregunto: Y tú cómo te vienes... y que me dice: averígualo... ¡uts!

A las tres y media de la madrugada y sin nada más que hacer que mi cápsula de las cuatro, sólo en la estación, con el poder de la frecuencia en mi garganta y el reatero manejo del lenguaje que estos dedos poseen (ya los quisieras para un domingo), debería ocurrírseme algo mejor qué decir.

Pero por el momento sólo un pensamiento ocupa mi cabeza: si el pasito duranguense fuera el cuerpo humano… yo sería la reata.

¡Agüebo!

...Chinguen a su madre

jajajajajajajaja

¿Se han dado cuenta del poder de esa frase?

sábado, 13 de diciembre de 2008

Ya lo venía venir

Ya lo decía Miguel Mateos y yo nunca quise escuchar; “Es tan fácil romper un corazón”

La verdad, es más sencillo de lo que parece, porque no hace falta decir ni hacer nada, sólo basta estar en el lugar indicado y ya, sin cruzar una mirada, sin decir siquiera hola, nomás con la pura y puta presencia.

Así como así te queda tatuado el título de “pendejo” en la frente con tinta indeleble.

Es lo malo de ser parte de la banda, de darse cuenta de que uno es parte de LA banda, donde el maratón Guadalupe Reyes cobra sentido por primera vez en la vida… ¡güey tengo un chingo de hambre, sed y sueño!

...¡Chinguen a su madre!

viernes, 12 de diciembre de 2008

El egocentrismo del ambulante

Las puertas abren y se trepa un… un… pus’ un güey, onda acá; mochila en la espalda, discos en la mano, cangurera en la cintura, tenis viejos, pantalón cholo roto y cara de culero. Y uno que tiene una agilidad mental muy vergas luego luego intuye: ¡agüebo, este es vendedor ambulante!

Agarra y dice: “en esta ocasión traigo para ustedes”… ¡Puta! ¡En esta ocasión! ¿Pus’ cuándo en tu chingada vida me has vendido algo? O ¿Cuándo en tu reputísima existencia me he acercado a ti a ver qué traes para ofrecer?


¿Qué piensan estos? Que uno se sube al metro nomás para ver qué chingaderas inútiles compra, para disfrutar que un menso le arrime a la oreja una improvisada bocina adentro de una mochila sonando a todo volumen un remix de rolas puñeteras que ni coinciden con el género que se supone están ofreciendo.

O sea, este hijodesurreputísimamadre se abre paso al grito de “traigo a ustedes un disco en formato emepetres con l75 canciones de lo mejor del rock alternativo” y el sátrapa asqueroso deja correr el intro-remix con las de Hoobastank, una de los Cranberries, Robbie Williams, Coldplay y The Police.

¡Uts!... o sea goooooei, ¿Dónde están las de R.E.M.? ¿Los Pixies? ¿Velvet Underground? ¿Sonic Youth? Y no porque me las esté dando de muy nalga, esos grupos son tronco común y hasta salen en un capítulo de Los Simpson donde a Otto le hablan sus propios zapatos.

Ahora… también está el que te vende lo más acá del rock en español y nomás te mete los cuatro discos de “Rock en tu idioma” y rellena el resto con rolas de Maná… ¡de Maná! Eso es casi tan ñero como escuchar MIX FM o La Nueva Amor

Y eso que estos recabrones ya no aplican el “productos de calidad trae a la venta”… porque ese sí estaba de nomames. O sea, si eran de calidad ¿Por qué los vendían en el metro?

Estas finísimas y atinadísimas palabras escritas aquí arriba no pretenden en ningún momento iniciar una campaña de concientización sobre el daño económico que provoca la piratería al país, o el hecho de la poca y dudosa calidad de los artículos que se venden en la calle, sino simplemente consignar el hecho de que comprar cosas en un vagón del metro es naco.

¡Agüebo!

sábado, 6 de diciembre de 2008

Catarro

Traigo un pinche catarro de ¡nomames!... y con toda la pinche cocaína que me meto, parece que me sale agua de horchata de la puta nariz caun’

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Carretera 180

Desperté en un sucio cuarto de hotel de Villahermosa. A juzgar por lo sucio de las paredes, el salitre en el techo, la mugre en el piso, las manchas en las sábanas y el señor que estaba acostado junto a mí en esa cama, acababa de tener sexo con Andrés Manuel López Obrador.

De nuevo sobre la 180, después de cientos de kilómetros de excesos, sentía que esa línea blanca en el pavimento me la había inhalado completa desde la ciudad de México.

En Cancún no estaba el edén, a cambio de unos cuantos dólares te conviertes en el muñeco de pruebas sexuales de una ñora gringa de cincuentaytantos, lo malo es que al final lo disfrutas más porque sabes que en algún punto de la vida las cosas podrían ser peor.

De regreso en la realidad, acabas leyendo ante un público ausente de madrugada… pero de regreso.